En México cada dos de noviembre es un día de fiesta nacional, los panteones, las florerías, las panaderías se llenan de vida más que cualquier otro día en el país. Desde las primeras horas de la mañana se puede sentir el espíritu de fiesta y respeto que caracterizan a la celebración.
Visitando el panteón
Miles de personas acuden a los panteones cargados con flores, sobre todo cempasúchil la flor del día de muertos, panes, adornos, escobas, baldes, mariachis entre otras cosas. En tu camino al panteón verás una enorme fila de comerciantes ofreciendo comida típica, dulces, calaveritas, flores, papel de china, entre otras muchas cosas; al cruzar las puertas del panteón podrás ver a niños y jóvenes ofreciendo acarrear agua para dar un merecido arreglo a las tumbas, algunas personas estarán barriendo, otras cambiando flores y algunas más colocando un altar de muertos digno de ser visto.
Si miras más lejos podrás ver mariachis y bandas de música entonando las letras favoritas de los hoy difuntos, a sus familiares haciendo bromas y comiendo algún antojito mexicano al lado de sus seres queridos. Una extraña mezcla de nostalgia y felicidad gobiernan el lugar. Los altares cubiertos con sus papeles de china rosa y morado, niños corriendo, mujeres rezando, jóvenes cantando dan vida a los panteones del país durante todo el día.
Como en cualquier tradición mexicana la comida no podía faltar: las calaveritas de dulce son devoradas por chicos y grandes, el sabroso pan de muertos es acompañado junto a una buena taza de chocolate caliente, claro después de una comida tradicional que es por lo regular la comida que el difunto disfrutaba en vida.
El altar de muertos
Existen algunas otras personas que realizan sus altares de muertos en su casa. Los altares se encuentran por lo regular hechos de tres pisos y cada elemento que lo compone está lleno de un simbolismo especial.
El altar se coloca sobre cajas forradas con papel de china de color rosa y morado sobre las cuales se colocarán el retrato del difunto, además de adornos hechos con flores, una buena porción de comida y bebidas ya que el difunto se encontrará cansado después del largo viaje que ha hecho para llegar hasta nosotros de nueva cuenta; además se colocan algunas pertenecias que fueron propiedad de la persona mientras se encontraba con vida, desde ropa hasta armas, figuras alusivas a su labor en vida, etc. En la parte inferior una cruz de sal ayudará a purificar el alma de nuestro familiar y sobre todo a no olvidarlo a pesar del paso de los años.
muy bonita la informacion me ayudo mucho grasias