La interpretación de la muerte en México

Es cierto que la muerte es un tema tabú en muchas de las sociedades occidentales actuales, tabú que se ha extendido a todo el mundo dado la influencia occidental predominante en muchos rincones del planeta.

La forma de ver y tratar a la muerte se adquieren mediante el aprendizaje de la cultura en la que se esté inmerso, es por eso que existen variadas formas de ver a este hecho natural a lo largo del mundo. México siendo un país mestizo posee una cosmovisión resultante de la mezcla de varias culturas que habitaron sobre el territorio nacional.

Influencias culturales

Antes de la llegada española las culturas prehispánicas parecían tener una visión muy natural de la muerte, marcada en un contexto social en donde todo se encontraba regulado por ciclos, por lo tanto la muerte era solo un paso más en el ciclo de vida de la persona; sin embargo esto no quiere decir que les agradara la idea de morir, pero al ser sacrificados lograban restaurar el balance entre el mundo de los dioses y de los hombres, además de tener un lugar de reposo eterno junto al Dios del Sol.

Al llegar los españoles la religión católica es implantada en un enorme proceso de transculturación que logra cambiar algunas de las formas de ver y pensar del pueblo propio del territorio mexicano. El miedo a la muerte llega. Sin embargo poseen una esperanza de salvación y vida eterna siempre y cuando se cumplan con los preceptos establecidos por la iglesia.

Es en este momento donde surge la forma de ver la muerte en el México actual: nuestros seres queridos han fallecido, sin embargo una vez por año regresan del más allá para visitarnos y recordar junto a nosotros los aspectos y virtudes que lo caracterizaban cuando estaban con vida (representado en el altar de muertos). Esto ayuda al proceso de aceptación de la muerte, además con esta tradición surge la imagen de una muerte amable con la cual podemos reír y hablar, mas sin embargo el temor no desaparece.

El respeto a la muerte se puede observar en el mismo día de muertos, que a la vez de recordar a los difuntos nos recuerda que no estaremos para siempre en este mundo, un mundo que cada vez tiene más pánico frente a la muerte. Es una forma social de asimilar el hecho de que algún día moriremos, que es algo natural y un proceso del cual nadie logra salvarse.